Para el rey, su trono. DJ Jonay será el encargado de poner el colofón en la noche del sábado, 26 de octubre, al Festival Isla Viva, en la celebración de la novena edición del Santa Cruz Beer Festival, que se llevará a cabo el último fin de semana del presente mes en la zona portuaria de la Avenida Francisco La Roche.
El artista tinerfeño, generador de recuerdos indelebles a lo largo de más de tres décadas, es uno de los principales reclamos de un cartel en el que también aparecen nombres como el de Mel Omana, Soul Sanet, Los Salvapantallas, Sterogroove y N1 Pelo de Tonto, además de los humoristas Kike Pérez, Omayra Cazorla y Abián Díaz.
Santa Cruz Beer Festival congregó a más de 20.000 personas durante los tres días de su última celebración, y se confirmó como el festival de cerveza más importante de Canarias. Este año regresa con más metros cuadrados, mayores prestaciones y una programación especial para toda la familia para el horario diurno.
Incluso entre tanta oferta, DJ Jonay tiene su foco propio. Su turno será en el tramo horario de las 00:00 a las 02:00 de mañana de la noche del sábado, “tengo muchas ganas de estrenarme en este festival –adelanta-. Siempre es un placer pichar para el público de Santa Cruz de Tenerife, que podría decir que es el mejor público del mundo”.
La memoria de DJ Jonay tras los platos se remonta a noviembre de 1993: “Como profesional, mi primera sesión fue cuando tenía 13 años, en un pub llamado Ensalada, que luego se convirtió en el mítico K2. Me llevó mi hermano en aquel entonces. Compartía cabina con DJ Coco y cuando llegó mi turno, saqué los pocos discos que tenía, los pinché, la gente se volvió loca y fue una sesión que me enamoró desde el primer momento. Hubo una incluso anterior, en el 92; mi padre me llevó a la matiné de la Discoteca Kú y pude pinchar con Dj Kruger. Le pedí unos discos que yo sabía que él tenía y actué. Casi no llegaba ni a los platos y en aquel entonces un poco no sabía lo que hacía. La sensación fue parecida, de total amor por la música”.
Sus inicios son también los tiempos de su infancia: “Empecé a coleccionar los discos con 11 años y cuando recibí mi primer pago tras una actuación, ya decidí que me iba a dedicar a esto porque me gustaba. Encontré muchas dificultades entonces porque era una época en la que ser dj estaba muy mal visto, con mala fama. Además, había una dificultad extra, porque conseguir los discos era muy complicado. A mi edad, yo no tenía trabajo y me tuve que buscar la vida para comprar discos. Llegué a pedir dinero por las casas de vecinos o a cambiar mi consola por vinilos. Tuve que tirar mucho de ingenio”.
¿Cuál ha sido la época dorada de la cultura rave en Tenerife para Dj Jonay? “Diría que es esta que estamos viviendo ahora, pero creo que la pregunta está pensada para épocas pasadas y entonces reseñaría los años que van del 88 al 93. Tenerife ha tenido algunos momentos más austeros, pero la esencia del rave nunca ha desaparecido. Si volvemos al presente, entendiendo la cultura rave como una fiesta, ahora está en su mejor momento, con festivales increíbles y grandes eventos”.
Para este nuevo regreso al corazón de la capital chicharrera adelanta que “será una sesión diferente, divertida, sin perder mi esencia de ritmos rotos. Pondré otros estilos y haré algo más ecléctico que se adapte al público global que se dará cita en el festival esa noche”. Siempre buscando las sensaciones de una sesión perfecta: “Para un dj no hay nada más importante que el público. Si el público conecta con la cabina, entonces es una sesión perfecta”.
De las manos de Dj Jonay han llegado algunas de las mejores sesiones en la historia de la música electrónica en Canarias. Cada aparición suya, si la unidad de medida es la pasión de sus seguidores, es un nuevo capítulo épico. Él, como pocos, sabe hacer una radiografía de lo que entonces era la escena y de lo que es ahora, 30 años más tarde: “Ha cambiado en todo. La música ha evolucionado; antes había pocos djs y ahora hay muchísimos. Ahora todo es más accesible, todo se puede hacer desde casa con el ordenador. Se mira el pasado con nostalgia, pero creo que en el presente, quitando algunos detalles como los limitadores de sonido, es todo mejor, con más tecnología y más control para evitar riesgos”.